Panecillos Caseros Esponjosos: La Receta Perfecta para Desayunos y Meriendas

¿Hay algo más reconfortante que el aroma a pan recién horneado en casa? Estos panecillos caseros son increíblemente esponjosos, perfectos para disfrutar con mantequilla y mermelada, o simplemente solos. La clave está en la facilidad de su preparación, que comienza con una mezcla rápida en la licuadora. ¡Anímate a hornear y llenar tu hogar con un olor delicioso!

Lo Que Necesitarás:

  • 2 huevos
  • 1 taza de leche tibia
  • 1/2 taza de aceite (vegetal, girasol, o el que prefieras)
  • 1/2 taza de azúcar
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 sobre (10g) de levadura seca de panadería
  • Aproximadamente 4 tazas de harina de trigo (puedes necesitar un poco más o menos)
  • 1 yema de huevo (para pincelar)

Modo de Preparación Detallado:

  1. Prepara la Mezcla Líquida: Comienza añadiendo los 2 huevos, la 1 taza de leche tibia, la 1/2 taza de aceite, la 1/2 taza de azúcar, la 1 cucharadita de sal y el 1 sobre (10g) de levadura seca a tu licuadora. Asegúrate de que la leche esté tibia, no caliente, para no matar la levadura. Bate esta mezcla durante aproximadamente 2 minutos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y la mezcla se vea homogénea.
  2. Forma la Masa: Vierte la mezcla líquida de la licuadora a un bol grande. Ahora, es el momento de incorporar la harina. Ve añadiendo las 4 tazas de harina de trigo poco a poco, mezclando con una cuchara de madera o una espátula. Al principio, la mezcla será pegajosa, pero a medida que añades la harina, se irá formando una masa más consistente. Agrega solo la harina necesaria hasta que la masa se despegue de las paredes del bol y puedas manejarla.
  3. Amasa para la Perfección: Una vez que la masa esté lo suficientemente manejable, transfiérela a una superficie limpia y ligeramente enharinada. Amasa durante unos 10 minutos. Este paso es crucial para desarrollar el gluten en la harina, lo que hará que tus panecillos sean esponjosos. Sabrás que la masa está lista cuando esté lisa, elástica y no se pegue a tus manos.
  4. Primer Reposo (Levado): Coloca la masa amasada en un bol ligeramente engrasado y cúbrelo con un paño limpio o film transparente. Deja que la masa repose en un lugar cálido, libre de corrientes de aire, durante 1 hora o hasta que duplique su tamaño. Este proceso permite que la levadura actúe y llene la masa de aire.
  5. Forma y Segundo Reposo: Una vez que la masa haya duplicado su tamaño, desgasifícala suavemente y divídela en porciones iguales para formar tus panecillos. Puedes hacer bolitas, alargarlos un poco o darles la forma que prefieras. Coloca los panecillos formados en una bandeja para hornear engrasada (o con papel de horno), dejando espacio entre ellos. Cubre nuevamente con un paño y deja que crezcan por segunda vez durante otros 30 minutos. Verás cómo aumentan de tamaño una vez más.
  6. Horneado Final: Mientras los panecillos crecen por segunda vez, precalienta tu horno a 180°C. Justo antes de hornear, pincela la superficie de cada panecillo con la yema de huevo (puedes añadir una cucharadita de leche a la yema para que sea más fácil de aplicar). Hornea en el horno precalentado durante unos 25 a 30 minutos, o hasta que los panecillos estén hermosamente dorados por encima y por debajo.
  7. ¡A Disfrutar! Saca los panecillos del horno y déjalos enfriar un poco sobre una rejilla antes de servirlos. Son ideales recién hechos, con su corteza ligeramente crujiente y su interior suave.

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